El Gobierno tiene un enorme desafío en materia de recaudación nacional: mantener la presión tributaria de 2024 implica sustituir ingresos por al menos 1,4 puntos porcentuales del PBI.
A la eliminación del impuesto PAIS e ingresos extra, se suma la rebaja temporal de las retenciones.
Dado el equilibrio presupuestario, recién en 2026 podría haber margen fiscal para una nueva baja de impuestos.